Un mundo que le da vida a las muñecas de porcelana, quienes hablan, bailan, cantan, discuten, se aconsejan, trazan estrategias, se preocupan unas por las otras, se ayudan mutuamente, en fin, un mundo diverso lleno de buenos sentimientos como el amor al prójimo, la preocupación por los demás, la cooperación, etc.
Aunque, por supuesto, y para que parezca más real, también encontramos, la envidia, los celos, la prepotencia, y el egoísmo.
Paralelamente, Villasana nos lleva a París y nos muestra varias de sus maravillas arquitectónicas y encantos naturales, lo que hace que su cuento sea además de entretenido, muy instructivo y educativo.
Las hermosas y coloridas ilustraciones de Wellin complementan y embellecen esta obra que, no dudamos, será disfrutada tanto por pequeños, como por adolescentes.